PARQUES REUNIDOS. Street XO. Hay que ver cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer y el próximo invierno «soplarán velas», cumplirán -seis años- desde su apertura en noviembre 2012. Ahhh, pero como lo tenemos cerca, aquí, en el Cielo de Madrid, ya iré algún día. Gandulería, vaguería, sinónimos de pereza, y es que, no nos gusta nada tener que guardar «cola» para ir a comer, o al menos, intentarlo. PARQUES REUNIDOS. Street XO.
El renombrado Street XO, es la versión más callejera de la cocina del crestado y estrellado cocinero David Muñoz. Su interpretación más «casual» ubicada en un trozo de la milla de oro madrileña, en la séptima planta del El Corte Inglés, una de las calles más remuneradas del tablero Monopoly, en Serrano 52.
El ruido del boca-boca, cuenta, que su «cola» a veces, alcanza hasta la quinta planta. Aprovechando que estábamos de vacaciones, una mañana, nos pusimos en posición «on» experiencia gastronómica, ¿lo conseguiríamos?
Son las 12:45 horas, desde la planta calle del El Corte Inglés, caminamos hacía el fondo, a su derecha se encuentran los ascensores, pulsamos el número -siete-. Hemos llegado, a la salida observamos una cinta que limita su espacio a través de un pasillo, es ahí, donde comienza la espera.
Esta zona es compartida con una espléndida terraza que tutela el restaurante de corte mexicano Cascabel de Roberto Ruiz, artífice del restaurante Punto MX. Junto a Rocambolesc, un puesto inspirado en la fábrica de chocolate de Willy Wonka que sirve los originales helados de Jordi Roca.
Un total de siete estrellas brillan con luz propia en lo más alto de este edificio, custodiadas por el Centro Comercial El Corte Inglés de Serrano, bajo su proyección Gourmet Experience.
Miramos a nuestro alrededor, vemos gente en la terraza, parece que hemos llegado en buen momento. En unos minutos pondremos Las Manos en la Mesa, mejor dicho, en la barra. Hacemos la «cola», bueno, empezamos la misma, somos los primeros. Transcurridos quince minutos, al mirar hacia atrás ya estaba nutrida de sonrientes personas que se colocaban en -fila india-, enseguida se personó un vigilante jurado, que tiene como misión poner un poco de orden.
Un cartel a pie de entrada, nos informa la hora de su apertura, 13:30 horas. El tiempo nos da para conversar con otros viajeros, y compartir nuestras expectativas. Lo hicimos con una majísima pareja de Gallegos, Marta y Samu, que habían venido a un festival de música, y aprovecharon para hacerse un kitkat gastro y reponer energía.
Comienza la emoción, noto cierto nerviosismo, no puedo controlarlo, momento de sudoración leve. Solo hago que observar tras la puerta que nos separa apenas dos metros. El personal de sala ajusta los últimos compases para dar la bienvenida a los primeros comensales. Se ayudan a vestir con las camisas de fuerza que abrochan a sus espaldas.
Tras un rato, salieron a preguntarnos cuantos comensales éramos, entregándonos un «ticket» con el número uno. Al mismo tiempo, nos ofrecieron pedir un refresco o cocktail, detalle que agradecimos, la temperatura ascendía por momentos. Con los primeros tragos de una Alhambra 1925 bien fría, se atenúa bastante bien la espera.
Diversión, emoción, sorpresa, disfrute, vértigo, son sensaciones que no te las puedes perder por nada, como cuando estas a punto de subirte al Dragón Khan, sabes que van a ocurrir cosas. Allá vamos, abróchate bien el cinturón, estamos en PARQUES REUNIDOS, esto es Street XO.
Barra canalla, saturada de elementos divertidos y molones, repletos de colores vivos, muy vivos, todo cobra vida. Sentados en sus taburetes es como Viajar a otra Galaxia, y tenemos tickets, para subir una y otra vez. Su diseño es obra del interiorista Lázaro Rosa-Violán, pasó grandes temporadas en «Ganimedes», -para hacer lo que sabe hacer-, es uno de los grandes en crear espacios únicos.
Todo es perfecto, la coordinación de sus cocineros, montadores de platos, ayudantes y camareros, recorren casi la «media maratón» en cada servicio, de -extremo a extremo- de su alargada barra. La «mise en place», la creatividad de su vajilla, y todo, todo, todo, en riguroso directo, bajo la atónita mirada de los comensales que intentan no perderse ningún detalle.
Déjate llevar por las emociones y sé feliz pa siempre. Ya suena la música, que comience el SHOW.
En lo rutinario todo goza de un extraordinario control, el tiempo discurre por terrenos conocidos en los que no cabe la sorpresa, todo está pautado y previsto. Estamos hablando de cocina y aquí tiene que haber una disciplina. El equipo se reparte las tareas por secciones, cada comanda pasa por la tableta, se canta y ejecuta.
Me fascina escuchar el ruido que hace el wok cuando golpea con la base, y a la incorporación de los ingredientes se juntan con la «llama», finalizando en fuegos de artificio. Como dibujar en un lienzo, se mezclan colores y sabores, con una magnífica destreza confeccionan -uno a uno- sus platos, ahí, delante de ti, ya rugen las tripas.
Quince elaboraciones completan su carta, ¿has traído el pasaporte?. Propuestas para dar una vuelta alrededor del mundo, en pequeños bokados, comer con las manos, y tocar directamente el PRODUCTO. Las herramientas (cubiertos y palillos), pasan a un segundo plano.
Comienza la cuenta atrás, tres… dos… uno… IGNICIÓN.
Me gusta cada vez más este formato de empanadillas asiáticas, su masa fina se funde en la boca, para descubrir lo que guardan en su interior. Desde Beijing, su Dumplin Pekinés, al que incorporan crujiente de Oreja confitada sobre una salsa Hoisin de Fresas, ideal para mojar, trocitos de Fresas liofilizadas, Cebolleta fresca, Ali-oli y rodajas de Pepinillo.
Hemos subido a la parte más alta de La Noria, es un buen comienzo. Sus texturas crujientes, sedosas, dulces y ácidas, sincronizan correctamente, puedes comerte media docena sin darte cuenta. Simple y llano, Deleitoso.
Va a ser cierto que la cocina vietnamita provoca los sentidos. Su origen tiene el sur de Vietnam, uno de sus platos estrella, Nems (rollito frito), normalmente, los encontramos rellenos de cerdo picado. Estos son de Pato y Sashimi (marisco crudo) de Gambas. Se acompaña de dos salsas untuosas, una de ali-oli de Chile (exterior), y en el interior Shichimi (es un condimento muy típico de la cocina japonesa que consiste en una mezcla de especias).
Tomamos el rollito y bañamos en las salsas, tiene un par de mordiscos. Crocantes y crujientes bokados, para encontrar Los Rápidos, agárrate fuerte, antes de mojarte. Te golpeará como una ola el paladar.
¿Tenéis un poquito de pan? Nos ofrecen unos bollitos de pan asiático, en su versión Brioche Singapore XO
Panecillos recién hechos, con una buena cantidad de mantequilla la que confiere una fragancia distinta y calidad similar a la de un pastel. Su corteza es dorada y delicada, esponjosos como las «nubes» (chuches), de sabor suave, -salado y dulce- 50/50, en su cumbre, tendrás el rocío del azúcar glas.
No te puedes ir sin probar su «algodón dulce» y mancharte la boca, es lo más «goloso» que encontrarás en el parque.
¿Echamos a rodar los dados? Abrimos la tapa, saldrá… X o O, seguimos sumando XO. Cocido Hong Kong Madrid, Ajo negro, Taro y Chiles escabechados.
Tenemos aquí el Jabugo. Caldo de jamón muy reducido, ajo negro, taro (es una planta tropical muy popular en la gastronomía de la Polinesia Francesa), garbanzos, huevo cocido y el dumplin, relleno de pollo y verduras. Cogemos la cucharita rompemos todo y para adentro.
Innegable fusión culinaria para esta sopa con tropezones que nos llena el paladar recordándonos a los caldos -del ayer y también del mañana-. Auténtico Carrusel para tus papilas, su sabor gira y gira, hasta gritar: «estoy vivo, estoy vivo». Me pido el «cerdito». Daviz, hazlo en Tetrabiz por favor!!
Ensamblando ingredientes. Lasaña Koreana de Wonton y Vaca vieja.
Lasaña Koreana, de carne de vaca rubia gallega madurada en cámara. Viene con una salsa de tomate mochi y bechamel a la que incluyen cardamomo. Los toques frescos los aportan unas hojas de Albahaca y tomates Cherry. Coronado por una galleta de pasta wonton se desmiga a discreción encima de todos los ingredientes.
Para comerla, cogemos la cuchara y mezclamos los elementos. El efecto es inmediato, un plato muy aromático con un sutil punto picante, su paso es crujiente y cremoso. Delicioso.
Si fueran una atracción, serian «las sillas voladoras«. Se presentan perfectamente alineadas, unas tortillas de maíz en versión mini. Tacos que crujen en boca, con un semifundido de Queso Idiazabal y ralladura de Lima. Aguardan su relleno para transportarte hasta lo más alto.
Cubren esta jugosa carne de Cochinillo ibérico (jarrete o codillo) cocinado a baja temperatura. Una melosa salsa de Salsiki, compuesta de yogurt y pepino, Salsa Agría, Chipotle, brotes frescos y semillas de amapola. La interpretación XO de todo un clásico, los Tacos de Cochinita Pibil.
Con las manos y ayuda de cubiertos, completa al gusto para descubrir sabores genuinos que gustan cada vez más. ¡Viva México, Cabrones!
Hemos concluido @cortafuegos, nos podríamos imaginar un dessert, pero en Street XO, no trabajan los postres, si quieres, puedes probar alguno de sus atractivos cocteles.
Salimos muy emocionados, ha sido una experiencia gastronómica plena (EGP). Street XO, es una barra salvaje donde -comer y beber- se convierte en una fiesta. Enhorabuena a todo el TEAM, por hacernos un poco más felices, volveremos a reunirnos en el parque.
Gracias por venir.
Street XO (enlace web)
0 comentarios en «PARQUES REUNIDOS. Street XO»Añade el tuyo →