Una casa de comidas contemporánea para amantes de la buena gastronomía. Señor Pepe

Una casa de comidas contemporánea para amantes de la buena gastronomía. Señor Pepe. En Señor Pepe, los comensales pueden zambullirse en una experiencia culinaria desigual, -donde la fusión de la tradición y la vanguardia- se refleja en cada una de sus propuestas.

Se caracteriza por su filosofía sencilla pero apasionada: rescatar los sabores clásicos de la cocina española y elevarlos con un toque contemporáneo, utilizando ingredientes frescos y auténticos provenientes de diversas regiones de España.

Señor Pepe, se enorgullece de ser un restaurante «hecho en sí mismo», su objetivo es brindar auténtica felicidad a través de su cocina, trasmitiendo emociones y deleitando los sentidos de los más disfrutones.

El establecimiento tiene una capacidad para casi cincuenta comensales, en un entorno de ladrillo visto y coloridos papeles pintados, cuadros, espejos, bancos corridos y confortables sillones, que te recibirán con los brazos abiertos.

El avispado chef José Carlos Fuentes, reconocido por su trayectoria culinaria destacada y galardones como cocinero del año y estrellas Michelin, cautiva a los comensales con su pasión y habilidad en cada creación gastronómica. Sus platos, elaborados con los mejores productos del mercado y las lonjas de Isla Cristina y Vigo, -sorprenden por su explosión de sabores auténticos y cuidadosamente equilibrados-.

Comenzamos con el aperitivo, rebanadas de panes con alma de Viena Labaguette, probamos la nueva línea de Castillo de Canena (Patio de Viana) con su aceite virgen extra de aceituna picual, un puñadito de sal del Valle de Añana (Araba), y un extraordinario salchichón ibérico de bellota Montaraz, aceite de oliva y ralladura de lima. 

De sus más de 150 referencias en su carta de vinos, probamos un cava de guarda superior, Vilarnau rosé reserva elaborado con uvas garnacha y pinot noir.

De color rosado pálido. En nariz nos despierta una buena intensidad aromática, destacando las notas de frutos rojos.  En boca entra con gran suavidad y frescura, presenta una textura cremosa y gran elegancia.

No te la puedes perder por nada del mundo, su croqueta de jamón 100% ibérico Montaraz, un bocado semilíquido, cremoso, fundente y divino que sabe a jamón, en su elaboración intervienen 300 gramos de jamón ibérico por litro de leche, tiene jamón. 

De la huerta tudelana llegan sus alcachofas blancas que pasan por las brasas, incorporan una crema de foie y polvo de cecina de León a discreción.

Las alcachofas a la brasa tienen un sabor distintivo y delicioso cuando se cocinan a la parrilla, lo que les da un toque ahumado y un poco de crujiente. La crema de foie, hecha con foie gras fresco, agrega un sabor intenso y lujoso a la mezcla. La cecina, con su sabor salado y sutilmente ahumado, aporta un contraste adicional. Una combinación deliciosamente sabrosa.

Ensaladilla de bonito del norte, -a diferencia de otras-, no cuecen la patata, la hacen en el horno. Dejan enfriar y combinan con el resto de ingredientes. En la base encontramos mayonesa de cítricos y encima otra de aceitunas aliñadas.

Esta forma de preparar la ensaladilla le da un sabor único y diferente. Al hacer la patata en el horno en lugar de cocerla, -se obtiene una textura más firme y un sabor ligeramente tostado-. La combinación de la <<mayonesa de cítricos y la mayonesa de aceitunas aliñadas>> agrega un toque fresco y sabroso a la ensaladilla.

En plena temporada, los calçots, una variedad de cebolla tierna originaria de Cataluña. Son conocidos por su sabor suave y dulce, -pasan por la parrilla hasta que estén tiernos y ligeramente quemados en el exterior-.

El romesco es una salsa tradicional que acompaña los calçots. Elaborada a base de tomates, almendras, avellanas, ajo, ñoras, aceite de oliva, vinagre y pan rallado. El resultado es una salsa espesa y sabrosa con un ligero toque picante. Otro de esos matrimonios para una eternidad.

Mira que me encantan los canelones, y si los elabora un cocinero catalán es una apuesta segura. Como prueba este canelón relleno de carne de pollo negro de Bresse lavel rouge, que finaliza en mesa con una generosa lluvia de trufa negra (Tuber melanosporum).

El pollo negro de Bresse es conocido por su carne refinada de sabor intenso, -el punto de la pasta es impecable- «parece desaparecer» en el paladar, junto con su cremosa bechamel, hacen de esta propuesta una sencilla exquisitez. 

Con los pies en la tierra, llega la cazuelita de garbanzos castellanos con rabo de toro relleno de foie gras, piparra y muy buen fondo.

Los garbanzos castellanos, conocidos por su textura suave y mantecosa, se mezclan con el sabor rico y tierno del rabo de toro y el foie gras, el resultado no podría ser de otra manera, -un plato colmado de contrastes y matices gozosos.

Carrillera de ternera al estilo Bourguignon con seta lengua de vaca y puré fino de patatas (de Robuchon).

La carrillera de ternera, al ser estofada lentamente, -se vuelve tierna y melosa-, y se impregna de los sabores de la salsa de vino tinto, las verduras y las especias. El puré fino de patatas complementa perfectamente el plato, aportando una textura suave y cremosa. ¡¡Extraordinaria!!

Vamos concluyendo -antes de que lleguen los cafés y petit four-, y lo hacemos con un bizcocho borracho relleno de orejones de albaricoque y empapado en Habana Club 7 años que flambean ante tu mirada, se acompaña de helado de vainilla.

No podemos despedirnos de esta experiencia gastronómica en formato <<menú degustación>>, sin felicitar a Joaquín, profesional en su servicio de sala, -muy atento y al detalle-, fuimos con un perrito (admiten mascotas bien educadas) y tenía también su aperitivo, unas galletitas de salmón, muchas gracias.

Enhorabuena Señor Pepe, hola don José, pasé ya por su casa y volveré.