Poncio, es un restaurante de tapas que se ha convertido en un lugar de referencia -camino de sus primeros tres años de vida-. Con una clientela habitual y atractivo para curiosos que pasan por su puerta, este establecimiento ha sabido conquistar los paladares de quienes buscan una propuesta gastronómica sencilla, honesta y sabrosa, «todo ello a un precio equilibrado».
Como «buen gobernador» que es, Poncio se ha consolidado el «líder» indiscutible en una zona alejada y muchas veces saturada, -como la de Ibiza, Menorca o Dr. Castelo-. Su estratégica ubicación en la Plaza del Niño Jesús y a pocos metros del Parque del Retiro, lo convierte en una opción irresistible para aquellos que desean disfrutar de una comida muy próxima de este emblemático parque madrileño (el pulmón verde de la capital), que siempre nos invita a pasear por sus extraordinarios jardines, antes o después de una buena zampa, y si vas con los peques ni te cuento…
El ambiente en Poncio es acogedor y tranquilo, el local ha sido diseñado con cariño para que sus comensales puedan disfrutar plenamente de su experiencia gastronómica. El restaurante busca ofrecer lo mejor de ambos mundos, combinando productos y técnicas de diferentes tradiciones culinarias.
Su capacidad para casi cincuenta comensales repartidos por sala y terraza acondicionada, nos ofrece diferentes opciones, también disponen de mesas altas a lo largo de su perímetro, hasta -butacas de patio- observando su cocina vista en pleno directo <<ON AIR>>.
El madrileño Willy Moya, con su pasión y dedicación por la cocina, ha logrado tras su paso por fogones en Londres, Estambul y Sevilla forjar una reputación envidiable en la escena gastronómica de Madrid. Su restaurante, -ubicado en un rincón del barrio-, es un verdadero tesoro culinario que atrae a disfrutones de todas partes.
Poncio se describe como una asociación «entre un restaurante y un bar de tapeo». Ofrece una carta con una amplia variedad de tapas y platillos, que reflejan la esencia de la cocina española con giros de innovación. Además, cuenta con un divertido menú llamado LQDW (Lo Que Diga Willy), en referencia a su chef-propietario.
Comenzamos en modo aperitivo, y lo hacemos con una crema de calabacín con trufa y parmesano, cebolla frita a discreción.
Una crema que puede servirse tanto fría como caliente, de sabor suave y ligeramente dulce, la trufa le añade un punto terroso y aromático. Esta combinación de sabores -recrea una crema rica y sabrosa que seguro te encantará-.
Ahora, es momento de deleitarnos con un delicioso paté de cerdo ibérico, reducción de oloroso y aceite de sésamo, elaborado en casa. Este apetitoso paté se sirve con una variedad de panes con personalidad, «panes con alma» de Viena la Baguete.
Entre los productos destacados de Raventos Rosell se encuentra el «Raventos Rosell Brut Nature», un cava elaborado con una coupage de uvas tradicionales como macabeo, parellada, xarel-lo y chardonnay. Este cava se caracteriza por su frescura, suavidad, dulzor y estructura.
No te puedes perder la divertida Gilda Poncio, algunos dicen que es una tapa, otros un pincho y algunos la nombran banderilla, «la llames como la llames», es una explosión de sabor en boca que <<mola mazo>>.
Los ingredientes se unen por un -palillo de madera- para crear una combinación de sabores únicos. El boquerón, la aceituna de manzanilla y la anchoa 00 se complementan entre sí. Además, la pasta de anchoa agrega un «plus» adicional.
La gilda está cubierta por un sedoso velo de piparra, que nos deja a su paso frescura y un ligero picante. La reducción de ajo negro añade un sabor dulce y ahumado. Para darle una pincelada visualmente atractiva, se añaden pétalos de flores comestibles, un guiño de color y elegancia. ¡¡Bendita Gilda!!
Ensaladilla de pulpo y su carpaccio, versionada por el mismísimo Gobernador del Retiro, incorporando a sus ingredientes tradicionales unas finas laminas de pulpo que hacen cumbre, con un golpe de AOVE y pimentón de la Vera, lo que le agrega una textura y sabor interesante. ¡¡Aceptamos pulpo!!
Huevos rotos, patatas fritas, prueba de matanza y miel de tomillo. Como bien dice Willy, hay propuestas que nunca fallan y siempre funcionan, para que cambiarla, -por petición popular siempre está-. Ahhh, lo huevos ya vienen rotos, apetitosa amalgama de sabores muy nuestros.
«Según la historia contada por Lucio, propietario del restaurante Casa Lucio, este plato fue una creación de su abuela. Cada vez que se le caía un huevo al suelo, ella lo recogía y lo rompía encima de las patatas fritas. Desde entonces, los huevos rotos se han convertido en un plato muy popular en la gastronomía española».
Rigatoni de pato pekinés, salsa anisada, shitake y trufa. Una de las propuestas más «top» de su carta. La combinación de sabores en esta receta es verdaderamente especial, muy de <<katy molongo>>.
El pato pekinés (cocinado durante 15 horas a baja temperatura) desmigado aporta un sabor único, que junto a la salsa anisada confiere un toque aromático y ligeramente goloso. La seta entrega una textura carnosa, y la trufa matices de luxe y sofisticación.
Los rigatoni se cocinan al dente y se mezclan con el resto de ingredientes, maravilloso plato que acabamos mojando un buen pan.
Costilla de vaca, barbacoa de chipotle y tortilla de trigo. Posiblemente estamos ante la mejor Costilla de Vaca que puedas probar en el Cielo de Madrid.
La costilla de vaca, con su jugosidad y sabor incomparable, se convierte en la estrella de este plato. Su carne tierna y suculenta se deshace en la boca, dejando un regusto exquisito en cada bocado. Y para elevar esta costilla de vaca a otro nivel, -la bañan en barbacoa de chipotle-, una salsa que combina a la perfección el aroma ahumado «cero invasivo».
El chipotle (chile jalapeño ahumado), confiere un sabor exclusivo y una ligera dosis de picoso que despierta los sentidos sin abrumarlos.
Acompañando a esta «joya de la carne», encontramos unas templadas tortillas de trigo que complementa a la perfección los sabores intensos y la textura de la costilla.
Hazte tu propio taco agregando pico de gallo (pimiento verde y rojo, tomate, cebolleta y cilantro), cebolla morada (encurtida en casa) y col fermentada (conocida como kimchi)
Y si además, este «corte de carne» es de la reconocida marca Discarlux, -una garantía de calidad y excelencia-, entonces estamos ante una experiencia culinaria que alcanza su máximo esplendor.
Concluimos este primer encuentro con un exquisito «postre helado» que nos ha acompañado durante mucho tiempo en ocasiones singulares, tarta al whisky con mango, flambeada ante tu mirada con malta.
Este dulce placer -es perfecto para compartir y cerrar con broche de oro nuestro almuerzo-.
Nos despedimos hasta la próxima puesta de -las manos en la mesa-, felicitando al equipo de sala y al chef Willy Moya, nuestra más sincera enhorabuena, si así funciona… ¿para qué cambiar?. Larga vida al Sr. Gobernador.
Fantástico artículo!!!. Muchísimas gracias.
AVE PONCIO!!!