Simetría de sabores asiáticos. El Flaco. Este año celebrará su cuarto aniversario desde que se implantó en Ciudad Jardín, barrio del distrito de Chamartin. Una zona alejada del perímetro más gastro del Cielo de Madrid, -pero que no cuesta ir, si tienen algo que decir-.
¿Conoces El Flaco? Al día siguiente ya estaba reservando mesa, no lo conseguí al mediodía «no quedaban billetes», tuve que coger el vuelo de las nueve y con suerte, comenzaba el fin de semana.
En una calle de aspecto industrial se alza este local, desde la fachada se observa una misteriosa inspiración iluminada a través de su tenue luz.
El responsable de hacernos volar, es su comandante chef Andy Boman, explorador de emociones nacido en el Reino de Suecia, y que decidió entre sus viajes alrededor del mundo trazar ruta a Thailandia, haciendo escala por diferentes países del continente más poblado del planeta, de aquí su influencia gastronómica.
En tránsito caminó por Asiana y Ginger Boy hasta llegar a proyectar su verdadera imagen, con su afamado El Flaco. Donde los sabores -thai y mucho más- mutarán por su estrecha carta según avance el monzón.
Ahora, también embarcó para dar su «toque thai» y crear la carta the fish and chips company.
La cabina de El Flaco dispone de dos pasillos, donde el pasaje puede elegir asientos en configuraciones de dos, cuatro, seis, hasta poder hacer un «upgrade» en su reservado para más de ocho, hacen un total de cuarenta comensales por servicio.
Al centro separa una barra abierta a ambos lados, provista con taburetes que solo utilizan en caso de «overbooking».
En el fondo del restaurante se encuentra ubicada -su cocina vista El Flaco quiere-, desde aquí y en riguroso directo se distribuyen todas las viandas a la sala.
Última llamada, despegamos en «tres, dos, uno»...
Cervezas artesanas, ideal para el aperitivo -made in Segovia-, la fábrica está en el Real Sitio de San Ildefonso.
La Granja de Goose. En versión Granuja 5º -golden ale- y Blates 5,8º -amber ale- servidas en su propia cristalería.
Granuja es suave, clara, refrescante, frente a la tostada Blates que es más intensa, robusta y provista de mayor cuerpo.
Que no se te olvide «activar» el modo avión. Crema Thailandesa, se sirve muy caliente, cuidado con no quemar el paladar.
Se elabora a base de zanahoria asada, leche de coco, jengibre, lemongrass, pellizco de cúrcuma, y chorrito de aceite de chiles. Coronan con cilantro y sésamo negro.
El resultado es una mantecosa crema, de sabor formidable desde la primera cucharada, aparecen los dulces para dar paso a un sutil picante.
Como pareja de baile para los platos que vamos a degustar, elegimos unas finas burbujas, como las que nos ofrece Gramona rosé.
De uva Pinot Noir 100%, cosecha de 2016. A la vista, presente un color rosa frambuesa. En Nariz, domina con gran intensidad los frutos rojos: grosellas y fresón.
Ya en boca, tiene un efecto muy fresco y vivo, liviana nota amarga que nos llevará hasta el final.
Spring Rolls de Verduras encurtidas y salsa Fire Cracker.
La más enrollada de sus propuestas, se elaboran con pasta fina de harina de trigo y se rellenan de diferentes ingredientes, para concluir en la freidora.
En su interior aparecen las verduras encurtidas ligeramente crujientes, junto a un jugoso y limpio langostino de calibre XL, -parte el rollito al centro- e incorpora la salsa que se acompaña al gusto.
Descansa sobre lechuga, cilantro y menta. Tómalo con la mano y envuelve el «rolls» en las hojas verdes y tírale pequeños bocados.
La salsa Fire Cracker se realiza con caldo de pescado, jengibre, zumo de lima, y azúcar de palma.
Me gusta esta combinación de texturas, firme de las verduras, crujientes, carnosas y cremosas. Deliciosa golosina.
Pan Bao de Panceta cocida en caldo cantonés y frita.
El Pan Bao es un panecillo oriental hecho al vapor sin corteza, que se deshace en la boca, en esta versión se «abraza» con ganas a un buen taco de Panceta cocida en caldo cantonés y que acaban friéndola.
Junto a los encurtidos de cebolla, chalota y pepino una salsa de barbacoa coreana, de sabor agrio con matices picantes, una «mielita» muy sabrosa.
Melosidad y crepitante, dos texturas que se unen en esta especie de bocadillo callejero que llegó para quedarse y formar parte de nuestra gastronomía.
La magia está en tomarlo con la mano como un taco méxicano, importante mancharse y rechupetearse, es entretenido.
La mezcla de ingredientes y su elaboración hacen de este bocado una verdadera mascletá de sabores. Se formó la gozadera.
Black Bao de Langostinos con Curry rojo y Avellanas.
Nos recuerda a la popular hamburguesa japonesa Ebi katsu Burger que probamos por primera vez en Peko Peko.
Colas de langostinos fritas y empanadas en panko (pan rallado japonés), es un poco más crujiente que el nuestro.
Se sirve con Curry rojo o si lo prefieres también lo puedes pedir aparte, de cualquier modo resultará caliente ante tus papilas «sin exagerar».
Y en su parte más aromática incorporan papaya verde encurtida, cilantro, menta y albahaca thailandesa. El «crunch» del fruto seco es un plus que mola mucho.
Por un bao de El Flaco daría lo que fuera, aunque solo uno fuera.
Uno de los platos más característicos de la gastronomía thailandesa. Pad Thai.
Su elaboración se basa en tallarines de arroz, trabajados en el wok acompañados de una salsa que lleva huevo, tamarindo, caldo de pescado, zumo de lima y chile.
La guarnición que se añade son langostinos marcados en brasa, brotes de soja, cilantro, y al fondo cacahuete molido y salsa de ciruela agridulce casera. Pelamos el marisco, troceamos y mezclamos.
Un plato muy divertido al igual que contundente, sabores que vienen dulces y se van picantes, suben y bajan, es el dragón khan!!
Toma los palillos y disfruta, -un poquito de esto y otro de aquello-, te sabrá divino.
Créme Brulée y sorbete de Lemongrass.
Mucho más crema que la catalana, suave, ahumada, dulce sin empalagar.
Custodiada por frutas frescas, del bosque, fresas, frambuesas, un poco de pasión con su maracuyá y mango y una chuche de merengue.
Para buscar el frescor cítrico lo hacemos con un elegante sorbete de lemongrass que casi produce el <<efecto halls>>.
De las propuestas que hemos probado destacamos la simetría de los sabores que nos llevan a Asía, a pesar de utilizar no pocos ingredientes, todos ligan y lo hacen francamente bien.
Aún nos queda probar las carnes y pescados sin olvidarnos de uno de sus fuertes, los «currys».
Agradecimientos al personal que nos hicieron volar, es de lo más atento. Antonio, enhorabuena por tu profesionalidad y finezas.
AVISO para navegantes, en El Flaco no solo se come, se disfrutan de extraordinarias experiencias gastronómicas.
EL FLACO (enlace web)
Dirección: Calle Javier Ferrero, 8, 28002 Madrid
Teléfono: 911 99 65 02
Como tu muy bien dices, es una auténtica MASCLETA’ de sabores y me gusta mucho, esa expresión.
Así es estimado Juan, mascletá de sab ores que explotan en el paladar sin dañar!!