Asombrante naturalidad. SinSombrero. Tras un pequeño parón de unas semanas sin escribir, volvemos a emocionarnos y a compartirlo con todas vuestras manos. Andaba yo pendiente de cuando se presentaría en sociedad, este recién y estrenado restaurante. Acaba de aterrizar en los primeros números de una de las arterías que comunican directamente con el Cielo de Madrid. Asombrante naturalidad. SinSombrero.
Tres eran los motivos de mí ansiada espera, el primero, por su chef Pedro Gallego, segundo por el asesor de las propuestas, cocinero y propietario del grupo Triciclo, Javier Goya, y por último, los propietarios son los mismos que Rocacho.
En el número 4 del paseo de la Castellana, tenemos que descubrirnos y quitarnos el sombrero, al encontrar un espacio tan singular. Anteriormente fue un restaurante italiano, La Nicoletta, de ella no ha quedado nada. Todo el local ha sido reconstruido de nuevo, para crear diferentes espacios donde disfrutar de experiencias gastronómicas en sus diferentes ambientes y zonas, en todos ellos, pondremos Las Manos en la Mesa.
Nada más adentrarnos en el vestíbulo, ya te da rico, un aroma fresco se manifiesta en los primeros instantes. Tu mirada querrá revelar todos y cada uno de los rincones que aguarda este extraordinario restaurante. Date tu tiempo, si te preguntas ¿tiene barra?, por supuesto, en el -ecuador del local- y en forma de medialuna, con butacones altos, perfecto para los primeros tragos, y la práctica del -pica-pica-.
Su decoración es molona, simpática, -a la par de elegante-, muy ponible. Salpicada de finos detalles «mires a donde mires». Vamos, de los que vas a quedar bien si llevas a alguien por primera vez. Te has ganado «UN LIKE».
¿Hablamos del servicio?, antes de que se me pase, nos atendió Cesar, en la zona de la chimenea, su atención fue un «primor», extraordinario servicio, profesional que tiene ganas de gustar, hacerlo bien, y eso se nota.
Que tal cortafuegos si empezamos con la comida, vamos pues…
Croquetas cremosas de jamón ibérico. Ya sabemos que es muy clásico, pero gusta.
La cobertura es crujiente y firme, en su interior, descubrimos una cremosa masa con intenso sabor a ibérico, consistente y largo en boca. Correcta elaboración, de las que gustan para empezar a hablar.
Tartar ibérico de bellota, hongos, yema de huevo, hierbas de monte y sus tostitas.
Se termina de emulsionar en la mesa con la yema de huevo.
El Tartar de Solomillo ibérico se le incorpora hongos, hierbas de monte y se liga con una mayonesa de jamón y hongos. Diferente a muchos otros, extra sabroso, buen corte a cuchillo.
La mayonesa, confiere un punto más de cremosidad aportando potencia y prolongación de sabor. Suave, jugoso, es delicioso.
Lasaña abierta de ajoarriero de marisco y bacalao cremoso, especias y hierbas.
Lasaña abierta de ajoarriero rellena de marisco (gamba y txangurro) y bacalao. Se acompaña con una salsa de hierbas y especias.
Esta salsa finaliza en el plato, vertiéndose alrededor de la lasaña, quedando como una crema que empapa su base. Así, es más suculenta.
La pasta es suave, sedosa, envuelve un guiso que desde el primer bocado te lleva directamente al mar. El primero en aparecer por textura y sabor, es el marisco. Para finalizar con el aroma tan característico de este pescado, el bacalao.
Sabores que nos ofrecen el Mar y la Tierra. Pochas, Níscalos y Carabinero.
Las pochas se guisan con los níscalos y un elaborado fondo de marisco, al que se le añade una base de sofrito muy concentrado. En su interior, manda un carabinero braseado de Isla Cristina (Huelva).
Toma la cabeza y aplasta con la ayuda de la cuchara, extrae toda su esencia y repártela. Con la carne de este excelente marisco, trocéala y mézclalo. Ante la intensidad del guiso, el marisco aporta equilibrio y delicadeza.
Lomo bajo de vaca vieja. Es carne de la que no se olvida, es de Discarlux.
Este corte de carne tiene una maduración de 40 días. Se puede observar la super-infiltración de grasa, la que concede en cada bokado un sabor divino. Y todo ello, rematado con la brasa de encina. Yo la prefiero al punto, y tú?
Tierna, jugosa, y sabrosa, que más puedes pedir, que no se te olvide.
Y llegamos al postre, probamos su Tarta de Queso que guarda un pequeño secreto, le ponen un poco de queso azul para ganar potencia.
Viene acompañado de un cremoso helado de yogur con frutas del bosque. Perfecta para los que no somos muy golosos.
Vamos concluyendo este gastro-post, y lo hacemos reconociendo la experiencia gastronómica disfrutada. Destacando la cocina del chef Pedro Gallego, de las propuestas degustadas, todo, todo y todo, estuvo a la altura de las expectativas, manteniendo un extraordinario equilibrio en posiciones altas.
El servicio de lo más atento, el espacio de lo más confortable, me quito el sombrero ante tanto arte, en SinSombrero.
SINSOMBRERO (enlace web)
Dirección: Paseo de la Castellana, 4, 28020 Madrid
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