Hay fórmulas que funcionan. Luna Rossa. Gana tenía de poner Las Manos en la Mesa en este trocito de Italia a muy pocos metros de la autopista que nos lleva directamente al Cielo de Madrid. Luna Rossa, se encuentra a tan solo un minuto de la Gran Vía, en la calle San Bernardo número 24, aquí inicia la calle Luna, y no es casualidad.
Desde que conocí a su propietaria Anna Carla Zucchini, ya despertó en mí un especial interés por conocer su espacio que con tanto -mimo y perfección- dirige junto a Cristian Ogea su marido y pizzaiolo.
Sin lugar a dudas hay fórmulas que funcionan, y Luna Rossa las conoce y ponen en práctica. Muchos son los restaurantes italianos que han pasado por la capital, pero ninguno ha sido tan longevo en su actividad.
Veintiséis años avalan toda una trayectoria empresarial de un negocio familiar dedicado a satisfacer al comensal con su auténtica cocina italiana y napoletana, repleta de recetas que han ido transmitiéndose –de generación en generación- y que hacen no olvidar el origen.
El restaurante y su decoración nos hacen viajar a una calle del antiguo Nápoles, ladrillo visto, azulejos salpicados con figuras de colores, y sillería de madera de diferentes modelos, un lugar donde se respira cierto romanticismo cargado de sencillez y honestidad.
Al fondo nos «colamos» para observar su auténtico horno napoletano, Forni Grimaldi revestido con piedras colocadas -una a una- por sus propietarios, todo un rompecabezas.
Una de las claves para el éxito de una buena pizza es el horno en el que se haga, de este pueden salir más de cien pizzas al día.
Se alimenta solo de leña de encina, y cuando alcanza la temperatura optima tan solo necesita muy pocos minutos para que la pizza este lista.
Comenzamos inagurando la nueva carta, y lo hacemos con una propuesta de aprovechamiento de sus ingredientes.
La Panzananella, es una deliciosa ensalada a base de pan (que elaboran a diario en el horno de leña) remojado con tomates Datterini (Sicilia) y todo su jugo, aceite de oliva extra virgen, tomates pelados semisecos, mozarella de búfala, albahaca fresca y coronan unas tiras de apio crujiente.
¿Te gusta el gazpacho o eres más de salmorejo? La Panzanella te va a encantar.
En su carta de vinos italianos encontrarás extraordinarias añadas. FIANO DI AVELLINO D.O.C.G. 2017
De color amarillo pajizo intenso, en nariz aparecen toques de flores blancas, manzana, pera y un inconfundible aroma de avellanas tostadas.
En boca es un vino blanco suave y elegante, con una estructura aromática rica y agradable, resultando ideal para acompañar entrantes y pescados.
Tabla de Quesos Italianos afinados por Beppino Occelli (el 3 y 4).
1- Pecorino di Fossa es un queso de oveja de alta intensidad en cuanto a sabor y cierto gusto salado. Madura durante -unos tres meses- en las famosas «fossas» (pozos muy antiguos excavados en el terreno).
2- Cacionerone es un queso parmigiano de 36 meses de leche de Búfala. De pasta dura que se produce en el corazón de la «Pianura Padana».
3- Occelli al Barolo elaborado con leche de vaca que pastan en libertad. Curación mínima de cinco meses en Val casotto y reposado dos meses más en Langa donde se enriquece con los hollejos del vino que le aportan cierta cremosidad.
4- Occelli Whyski & Malta es un queso original y muy novedoso, madurado durante un largo periodo de tiempo, y luego envejecido en cebada malteada y whisky de primera calidad. Su resultado es un queso único, intenso y complejo. Totalmente adictivo.
Con los quesos se acompaña de chutney de albaricoque y frutos secos.
Tártare di Manzo, tartar de solomillo de ternera a la italiana.
Cortado a cuchillo se presenta en forma de media luna roja (en la foto lo presentamos ligado) se elabora con aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y crema zabaione al pecorino.
Huevo y queso nos recuerdan a la carbonara, su sabor es suave y elegante, otra vertiente del steak tartar. Me encanta!!
Para todos los públicos llega a la mesa Melanzana alla Parmigiana nel forno legna.
Berenjenas fritas en aceite de oliva virgen extra, salsa de tomate San Marzano, abundante queso grana padano DOP para cada capa, mozarella, albahaca fresca y gratinado en el horno de leña.
Para una bandeja de 12/14 raciones se utilizan 1 kg de grana padano DOP. En los hogares napoletanos no puede faltar un domingo esta receta tan típica y tan divina.
Tentáculo rosticciato.
Patas de calamar gigante al grill, se acompaña con crema de pimientos asados en el horno de leña y mousse de ricotta.
Se cocina casi como la pasta, punto al dente toma -un poquito de esto y otro de aquello- al gusto para encontrar diferentes sabores, buono!!
Villa Migliarina Chianti Superiore 2017. Vino Biologico.
Uva: 90% Sangiovese y 10% Canaiolo. Fermentación en depósitos de cemento y posterior crianza de 12 meses en depósitos de cemento y acero.
De color rubí intenso, en nariz a cereza madura y tierra húmeda.
En boca resulta redondo, intenso a fruta roja y notas balsámicas, con estructura y final persistente.
La Pizza, posiblemente la mejor que puedes probar en el Cielo de Madrid.
La masa tiene 70 horas de fermentación, 8 horas de maduración y 10 horas de aclimatación para elaborar la Pizza Luna Rossa, -típica de la casa- con base de tomate San Marzano, mozarrella, rúcula, láminas de grana padano DOP y aceite de trufa blanca.
Hay que tomarla con las manos no dejes que se enfríe. Deliciosa.
Siciliana, con la misma masa, tomate San Marzano, olivas de Gaeta, anchoas del Cantábrico, alcaparras, orégano y albahaca.
Ambas pizzas son ligeras, no te sientes nada pesado, -el secreto está en la masa-, en la calidad de sus ingredientes, el horno de leña y por supuesto el pizzaiolo. Bravo, bravísimo os habéis ganado UN LIKE!!
Gnocchi al Frutti di Mare.
Una pasta totalmente casera, típica italiana que en Nápoles se han especializado hacerla con marisco, se elabora con harina de sémola y patatas viejas que quedan mejor.
El gnocchi absorbe la salsa del marisco (mejillones y almejas) confiriendo un sabor increíble, este es un platazo que no te puedes perder.
Vinosia Piedirosso 2017
Uva: 100% Piedirosso De color rojo rubí, en nariz notas de cereza, fresa y violeta suave.
En boca, los taninos suaves y redondos dan frescura al vino, respetando el terroir que transmite una mineralidad muy típica.
Tagliata di Manzo, asparagi.
Lomo bajo de vaca rubia Gallega DISCARLUX, mantequilla, orégano, fileteado con salsa demi glace de ternera y verduras sobre cama de espárragos y chutney de albaricoques secos.
Ziti alla Genovese Napoletana.
El Ziti es una pasta de grano duro, de forma cilíndrica y con la superficie lisa, bastante más largos que el clásico macarrón.
Se elabora un guiso de Ragú blanco sin tomate, con costillar de carne de vaca y cerdo y también morcillo, cebolla y cuatro horas de «chup chup», es un plato típico napoletano de fin de semana.
Spaghettoni burro e alici con pane croccante ali aglio.
Con denominación de origen IGT gragnano (pasta de trigo duro de excelente calidad) mantequilla Beppino Occelli, anchoas del Cantábrico y migas de pan crujientes cocinado al horno y aromatizadas con ajo. Simplemente exquisito.
Ricotta e Pere.
Cremoso mousse de ricotta al que se añade azúcar glass, en la base galleta crujiente desmigada y en la cima pera caramelizada sobre tierra de chocolate.
Un postre creación del Chef Carmine Bavuso, es maravilloso!!
Tiramisú.
El tradicional Tiramisú, es un postre frío de cuchara que se monta por capas a la que se incorpora crema compuesta de yema de huevo, azúcar glass y mascarpone.
Y bizcochos saboyardos previamente mojados en café original napoletano. Se finaliza con cacao a discreción. Divino!!
Gracias Anna Carla por tu gentileza y hacernos sentir como en casa.
Hemos disfrutado de una experiencia gastronómica colmada de propuestas caseras italianas y napoletanas basadas en producto originales y de máxima calidad.
Las pizzas son de las mejores que he probado nunca, Cristian Ogea es quien pone las manos en la masa y lo hace extraordinariamente bien.
Enhorabuena chef Carmine Bavuso y al personal de sala. Gracias Ana Hernández por ser fuente de inspiración en el titular de este Gastro-Post.
Calle de San Bernardo, 24, 28015 Madrid
Totalmente acertado todo lo dicho sobre Luna Rosa, llevo años comiendo en el, y se ha convertido “simplemente” en el restaurante de la familia, vamos muy a menudo, pero sobre todo cuando hay algo importante que celebrar con los tuyos, con los más queridos, porque el personal del Luna Rosa los consideramos como uno más de nosotros. Siempre digo lo mismo la comida, espectacular, pero lo mejor de todo, su gente, en el trato que dan a sus clientes no hay otro restaurante que se le acerque