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La especialización vitalicia. La Bola

La especialización vitalicia. La Bola

La especialización vitalicia. La Bola. Cuenta en su haber poco más de siglo y medio de vida, -nada más y nada menos- que ciento cincuenta y dos años, desde que la asturiana y visionaria Dña. Cándida Santos, abriera sus puertas de esta emblemática «casa de comidas» (especializada en la elaboración del cocido madrileño) y ubicada en la misma calle con la que bautizara su nombre, C/ La Bola número 5, en pleno Madrid de los Austrias.

En muchas ocasiones -la especialización resulta ser la clave de éxito-, para muestra, un «cocido madrileño», que nos acompaña en nuestros hogares y fuera de él, hasta el fin de nuestras vidas, vitalicio e infinito.

Una de las propuestas gastronómicas más humildes y más sabrosas, con la que se siguen alimentando «día a día» millones de familias. Por méritos propios se ha ganado un lugar destacado en la mesa, es uno más de la casa.

La especialización vitalicia. La Bola
La Bola 1870

Escribir de esta taberna, me produce verdadero respeto, por todo lo que representa y vivido alrededor de sus maderas tostadas y envejecidas por el paso del tiempo, sus paredes, -conviven entre infinidad de recuerdos y experiencias-.

La especialización vitalicia. La Bola
Entrada

Sin ponerme excesivamente romántico, es todo un museo, donde se exhiben -cuadros, fotos, recortes de prensa y dedicatorias de personas relevantes y reconocidas mundialmente-.

Con tan solo pisar su entrada, te das cuenta, que este singular establecimiento, posee una atmósfera especial. Allí, se dieron cita la infanta Isabel de Borbón y Borbón (1851-1931), Ava Lavinia Gardner (1922-1990), Camilo José Cela (1916-2002), entre muchos, muchos otros. Y ahora, estas tú ahí, delante de ese mantel blanco, dispuesto a degustar sus mejores viandas, con las que calmar tu ánimo más hambriento.

La especialización vitalicia. La Bola
Sala

La Boss, Mara Verdasco, dirige con maestría la taberna, ella es parte de la cuarta generación de una familia entregada a hacer feliz al comensal, nuestra más sincera enhorabuena y a todo su equipo.

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La Boss

Manteniendo la esencia, no podría ser de otra manera, sobre carbón de encina, -se alzan los pucheros individuales de barro-, que tras más de cuatro horas al unisono «chup, chup», estarán listos para saborear.

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El barro, aliado con las brasas de carbón de encina

Sobre la mesa, -un bollo de pan y mantequilla-, que no se verá huérfano, llegan los «toppings» y sin azúcar.

Guindillas, cebolletas y tomate con comino, «tú pones el orden de como los quieres concertar».

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Toppings sin azúcar

Vino de la casa, joven y de confianza. LaCuesta Selecto 2020, de bodegas Martínez Lacuesta, se elabora con uvas graciano, mazuelo y tempranillo.

En boca resulta sabroso, jugoso, ligero y fresco, con un final cálido. Extraordinaria relación calidad&precio.

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La Cuesta 2020

Muchas veces, te habrás preguntado del porqué llaman «vuelcos» a los diferentes momentos en los que se presenta el cocido en la mesa. Aquí tienes la respuesta, «es el acto de volcar el puchero sobre el plato para servir los contenidos».

  • El primer vuelco, los fideos -cabello de ángel o fideos nº 0-, aguardan para ser regados con el caldo de la cocción de las carnes y verduras. Un buen plato de sopa del cocido, es un reconstituyente natural, sabroso plato de cuchara.
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Los Fideos y el Caldo
  • Segundo vuelco. Minutos antes se «volcó» el caldo del interior del puchero, ahora, deja al descubierto los garbanzos y las carnes. La leguminosa zamorana procede de Fuentesaúco, famosos por su sabor suave y de piel casi inapreciable.
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El Vuelco
  • Tercer acto. Esta verdura nos llega aparte, rehogada con aceite y ajo, el repollo rico, sírvete la cantidad que desees. Yo siempre le pongo, me encanta su textura.
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El Repollo

Ya tenemos el plato del cocido al completo, con sus carnes, morcillo, gallina, hueso de jamón, chorizo y tocino, sus verduras, patata y repollo, y felizmente los garbanzos, todos los ingredientes han sido invitados a la fiesta.

Trocea, mezcla, combina un poco de esto, otro de aquello. ¡¡Me muero de LOVE!! ¿Hacemos una pringá?

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Cocido Madrileño

No puedes aún marchar, sin probar sus buñuelos rellenos de «trozos de manzana», salpicados de mermelada de albaricoque y acompañado con helado de nata. Delicioso, goloso, maravilloso.

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El Buñuelo

Os damos las gracias a todos los que hacéis que nuestras vidas sean un poquito más felices, larga vida a La Bola, hemos disfrutado de una placentera experiencia gastronómica, volveremos a poner las manos en la mesa.

Sitio web: www.labola.es

Precio medio: 35/40.- euros

Horario: de domingos a miércoles de 13:00 a 16:00, y de jueves a sábados de 13:00 a 21:30 horas. Existen dos turnos de comidas 13:30 y 15:30.

Teléfono: 915 47 69 30

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