Donde la Gastronomía Asturiana encuentra su cima. Leitariegos. «El Techo del Paraíso». Ubicado en el pintoresco -puerto de Leitariegos-, se alza como un verdadero tesoro culinario en el pueblo más alto de Asturias, a 1.526 metros sobre el nivel del mar.
Formando parte del Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, reconocido por la UNESCO como Reserva de la Biosfera, el entorno es un espectáculo visual que cambia con cada estación, ofreciendo a los comensales una experiencia única que combina naturaleza y gastronomía.
Este acogedor establecimiento no solo ofrece vistas impresionantes, sino que también se encuentra cerca de la -estación de esquí Valle de Laciana-Leitariegos-, lo que lo convierte en un destino atractivo tanto para los amantes de la naturaleza como para los entusiastas de los deportes de invierno.
Además, cuenta con una «bolera de bolo vaqueiro», un elemento de la cultura local que enriquece aún más la experiencia de los visitantes.
El restaurante es dirigido por una nueva generación de hosteleros, Pepe y Héctor Cosmen, quienes han heredado el legado de su tío Antonio Cosmen. Juntos, están trabajando para posicionar la zona como un destino turístico gastronómico de referencia. Y van por buen camino…
Héctor, nos ofrece su <<pócima mágica>>. Y es que su esfuerzo ha dado frutos, ya que uno de sus platos estrella, el pote asturiano, fue galardonado como el mejor de España en el IV Campeonato de España de Pote Asturiano, destacando la rica tradición culinaria asturiana.
A diferencia de la famosa fabada asturiana, el pote asturiano se caracteriza por su uso de berzas y patatas, además de alubias y una variedad de carnes, principalmente de cerdo. Este plato se cocina lentamente en un «pote u olla», lo que permite que los sabores se mezclen y se intensifiquen.
El pote asturiano no solo es un alimento, sino también una tradición que reúne a las familias en torno a la mesa, fomentando la convivencia y el disfrute de la buena comida.
El vino Tinto Verdea es un destacado representante de la denominación de origen protegida (D.O.P.) Cangas, situada en la región de Asturias, España. Este vino se elabora principalmente con variedades autóctonas de uvas, como el Carrasquín y el Albarín Tinto, que son características de los viñedos centenarios de la zona.
Las croquetas de la bisabuela son más que un simple aperitivo; son una celebración de la herencia culinaria asturiana, -elaboradas con amor y dedicación-, junto a las viandas del cocido. Se acompañan de una ligera y sabrosa salsa tártara.
Este vino Blanco Verdea se elabora principalmente con la variedad de uva Albarín Blanco, complementada con un pequeño porcentaje de Moscatel de Grano Menudo. Esta combinación de variedades le otorga características únicas y un perfil de sabor distintivo.
Recientemente, el restaurante fue sede de las IV Jornadas del Cocido Madrileño, un evento que reunió a los hermanos Cosmen y a su tío Antonio, quien es reconocido por su magistral cocido en el restaurante Cruz Blanca Vallecas de Madrid.
Este último ha sido galardonado con múltiples distinciones, incluyendo el “Premio Alimentos de España a la Restauración 2016”. Durante estas jornadas, los comensales pudieron disfrutar de la maestría de dos generaciones de cocineros.
El tomate y el comino son dos ingredientes que aportan un sabor excepcional a los garbanzos. El tomate, ya sea en su forma natural o triturado, se utiliza para crear una base jugosa y sabrosa que complementa la textura cremosa de los garbanzos.
El comino añade un toque especiado que realza el sabor de los garbanzos. ¡¡Que rico!!
Las piparras y la cebolleta son ingredientes que aportan un toque especial al cocido madrileño. Tanto las piparras como la cebolleta no solo enriquecen el cocido madrileño en términos de sabor y textura, sino que también aportan frescura y un toque de color.
La sopa de fideos se elabora con un caldo rico y sabroso, resultado de la cocción lenta de ingredientes de primera calidad, como garbanzos, carne de res, chorizo, morcilla y tocino. Este proceso de cocción permite que los sabores se integren perfectamente, creando un caldo que es el alma del cocido.
El secreto detrás de la excelencia del cocido radica en sus ingredientes. El garbanzo castellano, cultivado específicamente para Cruz Blanca Vallecas, se combina con un compango de origen local, garantizando un plato que resalta los sabores tradicionales.
Este compango se elabora con carnes y embutidos de calidad superior, todo cocido con agua microfiltrada de los manantiales del puerto de Leitariegos, lo que eleva aún más la experiencia gastronómica.
Los huesos de caña y las puntas de jamón son ingredientes que no solo aportan sabor y profundidad al cocido madrileño, sino que también reflejan la riqueza de la gastronomía española.
El requesón de Afuega’l Pitu es un producto lácteo derivado del famoso queso Afuega’l Pitu, que se elabora en Asturias. Este requesón se caracteriza por su textura suave y cremosa, y es un excelente ejemplo de la riqueza de la tradición quesera asturiana. Se corona con nuez y miel a discreción.
El Restaurante Leitariegos no es solo un lugar para comer; es un viaje a través de la tradición, la calidad y la pasión por la cocina. Con su compromiso de ofrecer productos locales de alta calidad y su conexión con la rica herencia gastronómica asturiana, este establecimiento se consolida como “El Techo del Paraíso”, un destino que invita a todos a disfrutar de lo mejor que la montaña asturiana tiene para ofrecer.
LEITARIEGOS Restaurante: enlace web
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