Terracotta Pza España: Tesoro gastronómico a tu alcance. La emblemática Casa Gallardo, joya del modernismo madrileño en la Plaza de España, estrenó hace poco más de dos meses un nuevo inquilino gastronómico: Terracotta Plaza de España. Con su llegada, el Cielo de Madrid incorpora un destino culinario que promete conquistar tanto a los amantes de la tradición como a quienes buscan la sofisticación de la cocina de autor.
Un espacio con historia y elegancia
Ubicado en el primer piso de la histórica Casa Gallardo, Terracotta Plaza de España respira elegancia desde el primer momento. Sus salones, amplios y luminosos, conservan el encanto clásico del edificio, pero se visten de una calidez contemporánea que invita a quedarse.
El ambiente resulta ideal tanto para una comida relajada como para eventos privados y reuniones exclusivas, gracias a la versatilidad de sus espacios.
Un nuevo referente para Madrid
La llegada de Terracotta Plaza de España supone -un soplo de aire fresco- para la oferta gastronómica de la ciudad. El grupo Terracotta, ya consolidado en la «Milla de Oro» con su primer restaurante en el barrio de Salamanca (Velazquez 80), apuesta ahora por el corazón de Madrid, acercando su propuesta a un público más amplio, diverso y viajero.
Cercanía, frescura, calidez y elegancia son los ingredientes que definen -este nuevo proyecto-, llamado a convertirse en punto de encuentro tanto para madrileños como para visitantes. Un tesoro gastronómico, accesible y sofisticado, que eleva el listón de la restauración en la Plaza de España de la capital.
Propuesta Gastronomica
La propuesta gastronómica de Terracotta es un homenaje a los sabores españoles de siempre, reinterpretados con el toque preciso de la cocina de autor. La carta no muy extensa, resulta variada y cuidada, apuesta por el respeto absoluto al producto: pescados frescos, carnes seleccionadas, verduras de temporada y una selección de recetas tradicionales que se renuevan sin perder su esencia. Todo ello, acompañado de una cuidada selección de vinos y precios pensados para invitar a repetir.
Con Nombre de Mujer: Gilda
Comenzamos por una gilda clásica, ese abrir boca imprescindible que nunca falla en conquistar el paladar. La gilda, con su combinación de aceituna, anchoa y piparra, es mucho más que un simple pincho. Sabrosa, fresca y con el punto justo de salinidad y acidez, la gilda despierta el apetito.
GRANDIN Grande Réserve brut
Para acompañar el almuerzo, elegimos Grandin Brut Grande Réserve. Sus finas burbujas y su refrescante acidez cítrica limpian el paladar y preparan los sentidos para los sabores que están por llegar.
Este espumoso francés, con su armonioso equilibrio entre notas frutales y delicados matices de panadería, se convierte en el compañero ideal. ¡¡Mira que me gustan las burbujas!!
Croquetas: deliciosas no, lo siguiente.
Continuamos la experiencia con una -selección de croquetas- irresistibles: las de jamón ibérico, cremosas y llenas de sabor, y las de chipirón en su tinta, que sorprenden por su intensidad y su sutil sabor a mar.
Ambas opciones, con su rebozado crujiente y un interior cremoso, pero no líquido, reflejan el esmero artesanal en su elaboración. Son un clásico y un guiño al recetario tradicional, perfectos para compartir y disfrutar en cada bocado.
Ensaladilla Rosa cremosa con Gambas y Piparras
Es el turno de la ensaladilla rosa, cremosa, con gambas y piparras. Su característico color se debe a la incorporación de remolacha en la mayonesa, que aporta un matiz visual sorprendente y un sutil toque de sabor.
Una versión original y fresca de este clásico en su interpretación rusa, ideal para compartir y disfrutar en buena compañía.
Puerro a la brasa con Tartar de Gambón
Ahora llega el puerro a la brasa, que, como el mejor costalero, lleva en volandas un especiado y delicado tartar de gambón. El puerro asado hasta alcanzar el punto justo de ternura y ese inconfundible sabor ahumado, se convierte en el lienzo perfecto para el tartar de gambón, fresco y sutilmente aliñado.
Una combinación que sorprende por el equilibrio entre la intensidad de la brasa y la suavidad marina, y que demuestra cómo la sencillez -cuando se ejecuta con maestría-, puede elevarse a la categoría de alta gastronomía.
Säam de Papada ibérica glaseada con Piña y Shisho
Llegan esos -bocados pensados para comer con las manos-, porque ya sabes que el placer del säam de papada ibérica -está en dejarse llevar y disfrutarlo sin formalidades-.
La papada, melosa y glaseada hasta alcanzar un brillo irresistible, se deshace en la boca mientras la piña aporta un contrapunto fresco y ligeramente ácido, y la hoja de shiso envuelve el conjunto con su aroma singular, haciendo «capa» junto a la lechuga.
Bocados divertidos, llenos de matices y contrastes, que invitan a saborear la fusión entre la tradición y el toque exótico en cada mordisco.
Corvina asada con crema de Tubérculo y Bimi
Damos paso al pescado con una corvina asada en su punto impecable: jugosa, delicada y llena de sabor, conservando toda su suavidad y frescura. Se acompaña de una crema de tubérculo que aporta untuosidad y sutiles matices terrosos, mientras el bimi añade frescura y un toque crujiente al conjunto.
Una propuesta equilibrada y elegante, donde cada elemento realza la nobleza del pescado y completa una experiencia llena de sabor y armonía.
Carrillera glaseada en sus jugos, acompañada de Puré de Zanahoria y Remolacha
Antes de llegar al postre, es el turno de la carne: carrillera de ternera glaseada en sus propios jugos, melosa y rebosante de sabor. Se acompaña de un puré de zanahoria y un crujiente de remolacha, que suman color, un toque dulce y una textura diferente que realza el conjunto del plato.
La mejor forma de disfrutar este plato es alternando un poco de cada elemento: un bocado de carne, otro del puré, y un toque del crujiente. La textura de la carrillera es sencillamente espectacular, extra tierna, casi se deshace en la boca, -haciendo de cada bocado una auténtica delicia-.
Oro & Chocolate
Terminamos con un postre goloso: lingote de oro y chocolate. Una creación irresistible, elegante y sofisticada, que combina el intenso sabor del chocolate con una presentación deslumbrante. El broche final perfecto para una experiencia culinaria memorable, -dejando en el paladar el dulce recuerdo de un almuerzo especial-.
Terracotta Plaza de España no es solo un restaurante: es una experiencia que fusiona historia, sabor y hospitalidad. Un espacio único donde cada visita promete dejar huella tanto en la memoria como en el paladar de quienes lo descubren.
No quiero dejar pasar la ocasión para agradecer especialmente al director del restaurante Stefan, a quien tuve el placer de conocer hace años en otro grupo restaurador. Su profesionalidad, cercanía y dedicación siempre me han llamado la atención, y reencontrarme con él en Terracotta Plaza de España ha sido, sin duda, un valor añadido a la experiencia.
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